La cerrajería es, quizás, uno de los oficios más antiguos de la historia, sin embargo, durante su evolución ha demostrado ser mucho más que proporcionar protección a sus usuarios, de hecho, en tiempos remotos, contratar los servicios de un cerrajero era considerado sinónimo de poseer riquezas o ser parte de la realeza, porque necesitaban los productos artesanales que ellos producían, para resguardar sus tesoros.

La cerrajería como arte

Quizás algunos consideren que la cerrajería no debería ser señalada como un arte, sin embargo, otros piensan que debido a la singularidad de sus diseños, la cerrajería puede crear verdaderas obras de arte, que no solo lucen bien, también tienen la capacidad de proporcionar niveles de seguridad elevados para viviendas, edificios y locales comerciales.

Incluso, cuando usted contrata los servicios de un cerrajero profesional para solucionar un problema con su cerradura o su copia de llaves, estos profesionales siempre van a prestar especial atención al hecho de poder solucionar su problema o recomendar algún equipo para la seguridad del inmueble, sin afectar la estética de la propiedad, y esto, sin duda, es uno de los principios del arte.

Además, a medida que ha evolucionado la cerrajería, también han mejorado los materiales con los cuales se fabrican los elementos de seguridad, los cuales eran de madera originalmente, luego comenzaron a fabricar las cerraduras en metal, más resistente y agradable a la vista, con la particularidad de que cada pieza, incluso las más pequeñas, eran elaboradas a mano.

El oficio del cerrajero alcanzó una elevada importancia durante el siglo XVIII, cuando los cerrajeros ocupaban altos cargos en las cortes europeas, porque eran los que permitían a los nobles y personas adineradas el resguardo de sus posesiones valiosas.

Y, aunque en la cerrajería moderna ya no se elaboran las piezas de manera artesanal, porque debido a la industrialización, se ha logrado hacer la producción en masa, que es más económica, los fabricantes siempre han prestado atención a los detalles de las líneas de sus productos, que sean cómodos, efectivos y, en especial, muy estéticos.

Cerrajería como oficio

Para muchos expertos en el área, la cerrajería es una forma de aplicar los principios de la ingeniería en la seguridad, porque solo hace falta ver el mercado, para poder apreciar la amplia variedad de cerraduras, de todo tipo y modelo, cilíndricas, perfil europeo, empotradas, de sobreponer, multipunto, por mencionar solo algunas.

Esta gran variedad de opciones, son el resultado del interés de los fabricantes y los cerrajeros, en proporcionar a los usuarios productos que se adapten a sus necesidades, para la casa, oficina, hoteles, comercios y cualquier espacio que alguien desee proteger.

Pero, contar con cerraduras variadas no es suficiente, también es importante que el profesional que oriente al cliente en el proceso de adquisición, conozca el alcance de cada cerradura y las necesidades de su cliente, para hacer la mejor elección y una correcta instalación.

Por otra parte, los profesionales de la cerrajería se han capacitado para solucionar cualquier problema relacionado con la seguridad, cerraduras y puertas. Este es un oficio que ha pasado de padres a hijos, durante muchas generaciones, aunque luego pueden reforzar sus conocimientos en academias destinadas a ello.

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